Hecho ese esfuerzo, en el que a veces tardamos años, podemos cometer el error de pensar que aceptar algo es renunciar a que las cosas pueden cambiar, a que pueden aparecer nuevas esperanzas, nuevos campos de estudio que traigan la tan ansiada solución a nuestros problemas.
Aceptar es tomar conciencia, reconocerse a sí mismo, pero no renunciar a la esperanza.
Investigadores conducidos por el investigador del Instituto Médico Howard Hughes, David P. Corey, están explicando el mecanismo por el que el oído es capaz de diferenciar las distintas frecuencias sonoras y que llega en el caso de los humanos a percibir 20000 ciclos por segundo; si se compara con el ojo humano entenderéis lo complejo del oído, cuando una serie de imágenes pasa 24 veces por segundo , nuestro ojo no es capaz de ver las interrupciones y lo vemos de forma continua, pero el oído diferencia cada una de las frecuencias de paso hasta esos 20000 ciclos.
Foto: John Assad, Gordon Shepherd and David Corey, Massachusetts General Hospital
Esta foto es la estructura que consigue lo increíble, es un pequeño manojo de células ciliadas, se encuentran en la cóclea y se calcula que tenemos unas 16000. A los 65 años ya se han perdido el 40 % de ellas . En algunos casos la pérdida sucede mucho antes.
¿Una pena no?
Casi se percibe la fragilidad de la estructura de la que depende nuestra capacidad de oír.
Otro día cuento como lo hacen.
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